viernes, 24 de octubre de 2008

Por si acaso se asomase, y se le ocurre una frase...


La condicion tan hidalga
de la que aquí presumia
resultó ser felonía,
pues huyó ¡Jesús me valga!
y aquí me dejó aburría.

(No te enfades, que era broma,
que me gusta disputar,
debatir y protestar,
que soy como la carcoma,
que no paro de roñar.)

La dialéctica es lo mío:
el arte de dialogar,
discutir y argumentar,
aunque sea asunto baldío
el que haya que examinar.

Pero se ha vuelto a escapar
mi compañero bravío;
el que me hacía rimar
ya no me dice ni pío.
¿Con quién voy a regañar?




jueves, 16 de octubre de 2008

Donde, magnánimo, muestro que en perdonar yo soy diestro

No esperes de mí el encono,
acritud ni irritación:
vale, vale, te perdono,
es mi hidalga condición,
doy por olvidado el tono
y hasta la mala intención.
Perdona si me apasiono,
yo también pido perdón,
ya sabes que así sazono
siempre mi conversación,
que el perdón siempre es abono
que mueve a la compasión.
Y dos besos adiciono...
pa acabar la discusión.

martes, 14 de octubre de 2008

Perdón quiere, perdón pido; perdonemos... y me olvido.


Mucho me alegro, de veras,
de llevarte hasta el orgasmo,
provocarte placenteras
sensaciones y entusiasmo.
Mas, de todas las maneras,
no es para que te dé un pasmo,
y te lo explico si esperas.
Resulta que yo pensaba
que la palabra “estadío”
a “fase” se asemejaba,
y por eso la he escribío.
Pero, al ver que te gustaba,
sospechas he percibío,
busco en el diccionarío
y la palabra no estaba...
la RAE no la ha bendecío.
Existe la locución
en femenino, “estadía”;
pero no con la acepción
con la que yo pretendía
describir mi situación.
Por tanto, tienes razón
en que no había ironía,
que era todo admiración.
Pero, si con atención
estudias mi rima impía,
verás que lo que ponía
era el dicho o expresión
“estadío”, no “estadía”.
Entonces, la confusión
es de los dos, tuya y mía,
y te pediré perdón;
aunque espero, bien bravía,
también el que debería
nacer de tu imprecisión.

(Y aprovecho la ocasión,
-con retraso no sé cuanto-
y doy felicitación
por el día de su santo
a este dilecto varón
que va a provocar mi llanto
si sigue con su aguijón).


Con humildad le señalo que un servidor no es tan malo

No me vale la ironía,
ni la burla ni el sarcasmo:
era admiración la mía,
puro gozo y entusiasmo,
pues la palabra "estadía",
como en el poemilla plasmo,
existe, está bendecía,
y me llevó hasta el orgasmo.
Y ahora exijo con tesón
que me pida usted perdón
por creerme tan felón.

Menos mal que este señor ha señalado mi error.

Yo, que soy persona humana,
con faltas y algún defecto,
acentué, muy ufana,
donde no era lo correcto.
¡Execrable error abyecto!
Mas mi ignorancia subsana
Don Feculum, el perfecto,
que al burlarse de mi yerro
me enseña el camino recto
con claridad meridiana
¡Gracias, querido gamberro!

Camino de perfección
sé que es el suyo, maestro,
ruego me dé su perdón
y humildemente le muestro
pesar por mi confusión;
y os pido, a pesar vuestro,
que me déis la absolución.
Deje el rosario de lado
y por favor, me comprenda,
que dolor de mi pecado
he sufrido y soportado,
y el propósito de enmienda
lo tengo ya asegurado.

domingo, 12 de octubre de 2008

Una dichosa inclemencia, precipita mi presencia.


Ha atendido Dios su ruego
y la capulla regresa
aquí junto a su borrego,
(joé, la rima, qué aviesa)
convertida, desde luego,
en mariposa traviesa,
que, antes de hora, dejó atrás
su periodo de capulla,
pues, por fas o por nefás,
está nublada Altafulla
y hace mal tiempo, además.

Donde de nuevo la invito a trabajar un poquito

Después de tanto descanso
en la dorada Altafulla,
que yo no me vuelva ganso,
ni tú te vuelvas capulla*...
Volvamos a nuestras rimas,
crearemos una nube
si tu ingenio no escatimas
y yo invento el que no tuve.



*El palabro venía inexcusablemente exigido por la rima

miércoles, 8 de octubre de 2008

El título modifica... ¡¡¡pero no lo versifica!!!

Jaaaaaaaaaaaaaaa
jajajajajajajajajajaja
juas juas juas juas
Jaaaaaaaaaaaaaaa

Acabo de descubrir
que el título has corregido
y lágrimas me han salido
¡qué hartura de reír!

La adivinanza ha entendido, y mucho le ha sorprendido



Del mismo modo que tú
al ver la mujer Callada
comprendiste que era Mu.

La casualidad, ese hada,
hizo que el nombre leyera
y me quedé anonadada.
Pues de repente, certera,
entendí que el italiano
el mismo settembrini era.
Más razonamiento es vano;
fue una gran revelación
de algún poderoso arcano
¡y no hay más explicación!
¡Ah, sí! hay que tener presente
lo lista que soy, bombón.

Y el beso concupiscente….
… qué buena culminación.

Y aquí va un estrofa más, al recordar que te vas

Y añado, cual estrambote,
un beso concupiscente
pa estos días, que de rebote
se os han convertido en puente.

Holgadamente supera la prueba que le impusiera

Nadie hubo, que yo supiera,
del siglo XV p'acá,
que alejandrinos hiciera
de tan perfecta manera,
tan redonda y tan salá.

Tu ciencia p'a mí quisiera;
avergonzado me hallo
pues la alumna me supera,
pero seguiré a tu vera,
yo, todavía, no me callo.

Vive Dios, que me han gustado,
el cum laude te concedo,
y aunque me hayas insultado
suponiéndome cagado,
escribiendo aquí me quedo.

Pero ahora, como iguales,
ya no pongo un ejercicio;
escribe versos cordiales,
hermosos y originales
aunque me saquen de quicio.

(Y ahora explica, por favor,
cómo coño te enteraste
de que Annibale era yo).

martes, 7 de octubre de 2008

Tetrástrofo monorrimo... a Berceo me aproximo

A ver cómo me apaño con los alejandrinos
que me resultan raros, como precolombinos,
extraños cual lejanos sujetos venusinos,
antiguos como aquellos viejos guerreros chinos.

Vamos con la segunda - como las sevillanas-
y aprovecho y le digo que aunque me sobran ganas
voy a estar unos días, con noches y mañanas
descansando de rimas en playas catalanas.

El título que pone en el verso anterior
no pega ni con cola, querido profesor.
Cualquiera que lo lea dirá que es un horror;
córrijamelo pronto, hágame ese favor.

Dice que me titula
si supero esta prueba
¿me titula y se larga? ¿eso es lo que conlleva?
Yo de aquí no me marcho ¡no le caerá esa breva?
Si quiere que me vaya, que lo diga y se atreva.

Se me estaba ocurriendo un pequeño acertijo.

Annibale cruzaba a caballo un cortijo
el mes de settembrini, buscaba un escondrijo,
pero fue descubierto con mucho regocijo.

Espero que te alegres viendo lo que progreso;
que seis cuadernavías son, mas bien, un exceso.
Con todo este cariño que te tengo y profeso,
me despido y te mando un tierno y largo beso.

lunes, 6 de octubre de 2008

el título cambio, pero no sé qué tenía el otro de malo

Buena le salió la prueba,
¡y me la hace triplicada!
Ahora le pongo una nueva,
una que a mí me subleva,
y que ya está algo anticuada;
si le sale bien, manceba,
dése ya por titulada.

Su nombre es cuaderna vía,
y como son pocos versos,
deberás, alumna mía,
poner seis el mismo día
y sobre temas diversos.
(Y quítate la manía,
que siento gran alegría
cuando observo tus progrersos).

Con la octava yo me pico, y la duplico ¡y triplico!



Disfrutas infiriéndome el suplicio
de aqueste endecasílabo y su acento;
disfrutas al echarme el maleficio
y ansías que me quede en el intento.
Mas no tienes en cuenta el buen oficio
de la mujer que aquí escribe, lo siento.
Ávida esperaré que digas ¡“bravo”!
por saber rematar el real octavo.

* * * * * * * * * *

Disfrutas al ponerme estrofas cortas
sabiendo que no sé escribir escueta.
¡Sapristi! pues a ver cómo soportas
que te salga rebelde esta sujeta
y la difícil rima que le exhortas
la duplique, chulica y pizpireta.
Si fueres un maestro competente
la alumna sacará sobresaliente.

* * * * * * * * * *

Y veo que quizá me haya excedido
atribuyéndole tanto “disfrute”.
Que a lo peor se siente constreñido
y quiere que las rimas ejecute
porque aburrida yo las he pedido,
y a él esta chorrada ni le inmute.
Feculum, yo te eximo del deber
(pero sigue con él, si puede ser).


viernes, 3 de octubre de 2008

Otra estrofa le reclamo, y de gusto me relamo

¡Mírala, qué suelta ella!
graciosilla me saliste,
la prueba no te hizo mella
y, rápida cual centella,
te descuelgas con un chiste.

Pos ahora, como sabo
que siempre te han ido mal,
de once sílabas recabo
tus versos, y digo “¡bravo”
si haces una octava real.

Una décima es poquito, yo centenas necesito.



Lope de Vega aconseja
la décima o espinela
a la estrofa que revela
gemido, dolor y queja.
Aprovecho, si me deja
y aquí vengo a protestar
¿es que no me va a dejar
versos rimar más de diez?
Sea flexible ¡pardiez!
que aún no he podido empezar.

jueves, 2 de octubre de 2008

después de la diversión, continúa la lección

Bueno, veo que saliste
con donaire del dilema...
pero deja ya el alpiste
-tanto pájaro metiste,
que se convirtió en problema-
y volvamos a lo nuestro,
a la rima y al poema,
a la alumna y al maestro...

Ahora te pido que escribas
una simple bagatela
para lo bien que cultivas
las frases más llamativas:
la décima, o "espinela".

La duda pronto le aclaro, aunque le parezca raro


Mucho que te importará
que sea búho o lechuza,
tanto como al moro Muza
el pie que calzara Alá
(olé mi gracia andaluza).
Y volviendo al más acá,
te aclaro que la rapaz
muy hábil se travestía
y cambiaba su disfraz
si a la rima convenía;
ahora lechuza bonita
y luego un oscuro búho,
una linda señorita,
o todo un bicho pelúo,
¿quieres que te lo repita
mi querido cacatúo?


miércoles, 1 de octubre de 2008

Me queda una duda, présteme su ayuda

Me quedo patidifuso,
y por la mente me cruza
un recelo algo confuso…
si me equivoco, me excuso,
pero en esta escaramuza
que usted tan bien desmenuza
yo me reconozco obtuso:
¿era búho, o era lechuza?
Porque al final no está claro,
y es un asunto importante:
Si es lechuza, me declaro
partidario sin reparo
de liberarla al instante
de su labor intrigante,
y si es búho, tengo claro
que acabará en una olla
con tomate y con cebolla.

Romance de doña Xara con un señor de Granada (y fin)

Feculum tiene razón
y esto es una cursilada
y es que casi se me olvida
que con un macho trataba
de los de barrecha y toros,
de los que llevan a gala
su carajillo y su faria.
Y yo diciendo tontadas.
El romance era blandengue
y de interesante, nada,
así que le haré un resumen
aunque me trate de vaga.

Resulta que la lechuza
volvióse para Granada,
pues era de un trovador
que de menos ya la echaba.
Y aprovechando el suceso
de que el ave tiene alas
y conocía el camino
a casa de doña Xara,
el juglar agradeció
en una educada carta
los cuidados prodigados
por tan exquisita dama.
La señora, encantadora,
al pronto le contestara;
y a esta primera misiva
otras muchas continuaran
que aquél búho mensajero
les traía y les llevaba;
lo que empezó como un juego
en frenesí se tornara,
y en esperando noticias,
ambos, los dos, suspiraban,
creyendo que era amorío
aquello que les pasaba.
Besos, algunas caricias,
y muchas, muchas palabras.
Y eso era todo, señores,
que más, nunca pasó nada;
él tenía mujer e hijos
y ella ya estaba casada.
Cuando el búho se hizo viejo
y de volar ya dejara
nunca más dellos supieron
aunque en mente se llevaran
(pobrecitos, no tenían
móvil, interné, ni nada).

En efecto, es un romance
aburrido y que empalaga;
sin drogas, sangre, ni sexo
y ni una escena de caza;
si esto le gustase a un hombre
sería una cosa extraña.