La condicion tan hidalga
de la que aquí presumia
resultó ser felonía,
pues huyó ¡Jesús me valga!
y aquí me dejó aburría.
(No te enfades, que era broma,
que me gusta disputar,
debatir y protestar,
que soy como la carcoma,
que no paro de roñar.)
La dialéctica es lo mío:
el arte de dialogar,
discutir y argumentar,
aunque sea asunto baldío
el que haya que examinar.
Pero se ha vuelto a escapar
mi compañero bravío;
el que me hacía rimar
ya no me dice ni pío.
¿Con quién voy a regañar?
viernes, 24 de octubre de 2008
Por si acaso se asomase, y se le ocurre una frase...
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