martes, 7 de octubre de 2008

Tetrástrofo monorrimo... a Berceo me aproximo

A ver cómo me apaño con los alejandrinos
que me resultan raros, como precolombinos,
extraños cual lejanos sujetos venusinos,
antiguos como aquellos viejos guerreros chinos.

Vamos con la segunda - como las sevillanas-
y aprovecho y le digo que aunque me sobran ganas
voy a estar unos días, con noches y mañanas
descansando de rimas en playas catalanas.

El título que pone en el verso anterior
no pega ni con cola, querido profesor.
Cualquiera que lo lea dirá que es un horror;
córrijamelo pronto, hágame ese favor.

Dice que me titula
si supero esta prueba
¿me titula y se larga? ¿eso es lo que conlleva?
Yo de aquí no me marcho ¡no le caerá esa breva?
Si quiere que me vaya, que lo diga y se atreva.

Se me estaba ocurriendo un pequeño acertijo.

Annibale cruzaba a caballo un cortijo
el mes de settembrini, buscaba un escondrijo,
pero fue descubierto con mucho regocijo.

Espero que te alegres viendo lo que progreso;
que seis cuadernavías son, mas bien, un exceso.
Con todo este cariño que te tengo y profeso,
me despido y te mando un tierno y largo beso.

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