lunes, 11 de febrero de 2008

Su única pretensión es tener gran discusión...

Distinguido caballero,
me encanta hablar con usted
sólo por el placer mero
de tenerle a mi merced
mientras mueve el lapicero
(ya sé que a mano no escribe
pero la rima prescribe).

No necesito buscar
contienda, lucha, jaleo,
razón para el abucheo
tema para disputar
batallar o guerrear.
No me gusta pelear
salvo que sea por jugar
(que es lo que pretende, creo).

Mas si estima necesario
enfrentarse a un adversario
para ponerse a rimar,
lucharé como un corsario
que es abordado en el mar.

El trueque no me disgusta:
yo le atizo con la fusta,
y usted me contesta airado,
en un perfecto rimado;
la cuestión parece justa,
yo le provoco el enfado
y lo retengo a mi lado
(que eso es lo que a mí me gusta).

Propongo como razón
de controversia o disputa,
pues, por ejemplo... la fruta:
de estas dos, cuál más disfruta
¿la sandía o el melón?
Defienda su posición
que Natsuko la refuta
con vehemencia y pasión
(un beso, de corazón).

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