lunes, 28 de enero de 2008

El pretende ser mi amo, ¡pues no señor! (eso exclamo)

¡Habrase visto persona
menos dulce y cariñosa,
más tirana y más mandona!
Con lo buena y lo modosa
que soy yo (y lo preciosa,
como atestigua el retrato
que aquí al lado se visiona
aunque nuestro literato,
no diga nada, el ingrato).


Pues yo estaba convencida
de que quería-quería
y resulta que exigía
una esclava sometida.
Yo te mando, yo te ordeno
¡Será posible, hoy en día!
¿vivirá en el pleistoceno?
(y poco me extrañaría
pues a mi oído ha llegado
una historia infortunada
de un neandertal congelado
que resucitó en Granada).

Feculum, si me lo pides
con cariño y con dulzura,
Natsukito, aunque sea dura,
lo copiará, no lo olvides
(un besito, con termura).

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